ODONTOPEDIATRÍA
ODONTOPEDIATRÍA
El odontopediatra será, por tanto, el encargado de explorar y tratar a niños y recién nacidos.
También se encarga de detectar posibles anomalías en la posición de los maxilares o dientes para remitir al ortodoncista, especialista en ortodoncia, y de hacer un tratamiento restaurador en caso de necesitarlo. El tratamiento restaurador principalmente se compone de tratar los traumatismos, usar selladores que tienen la función de obturar levemente los surcos y fisuras de las piezas dentales sin apenas quitar material dental para evitar posibles caries, y en tratar las caries producidas y sus consecuencias.
La principal diferencia entre la odontología habitual y la odontopediatría en el tratamiento de caries es la presencia de los dientes temporales o de leche en los niños lo cual hace que el tratamiento cambie, de forma que las lesiones ocurridas en la dentición temporal se tratarán de una manera menos conservadora y más agresiva que las ocurridas en los dientes permanentes, para evitar que, en el peor de los casos, se pudiera dar un tratamiento insuficiente a un diente temporal que luego repercutiría en su sucesor.
Tratamientos utilizados en odontopediatría
Anestesia
La anestesia generalmente va unida a un vasoconstrictor para aumentar su efecto y disminuir la hemorragia. Las alergias pueden ser al anestésico, al vasoconstrictor o a los componentes adicionales como son: conservantes, antioxidantes y las sales orgánicas. Generalmente se comienza con anestesia tópica, es importante en niños porque disminuye el dolor a la inyección posterior. A continuación se emplea anestesia inyectada, tenemos dos tipos: Infiltrativas, es decir alrededor del diente y tronculares en la que se anestesia toda la hemiarcada.
La anestesia puede fracasar, no disminuir la sensación de dolor, por una mala técnica, una concentración insuficiente y por inyectar en tejidos inflamados o tejidos infectados. Entre las complicaciones, puede existir complicaciones generales por reacción alérgica o cardiopatías previas, y complicaciones locales, entre estas última se incluye inyección dolorosa por ser demasiado rápida, excesivo volumen o pinchazo justo en el nervio o en el periostio, infección en el lugar de inyección y complicaciones nerviosas como parálisis facial, parestesias o anestesia prolongada. También es muy frecuente la presencia de tripanofobia, lo cual puede ser una de las causas de aversión hacia el odontólogo.
Traumatismos
El traumatismo es la patología más frecuente en niños de 7 a 11 años, en dientes temporales ante un traumatismo se suele producir una luxación y en dientes permanentes una fractura, en estos últimos los dientes más afectados son los incisivos centrales superiores permanentes.
El tratamiento depende del tipo de daño, en dentición permanente, si tenemos un diente fracturado con exposición pulpar menosr de 2 mm y de menos de 12 horas de evolución, se hará un recubrimiento directo con hidróxido de calcio, si la lesión de más de 2 mm y de más de 12 horas, se realizara endodoncia o pulpotomia y a continuación reconstrucción. En los casos en los que por el traumatismo se produzca una avulsión, desprendimiento total del diente fuera de la cavidad, está indicado el reimplante si han pasado menos de 120 minutos, si ha pasado más tiempo el porcentaje de fracaso es del 100%. El transporte de la pieza deberá ser en la propia boca del paciente, o de algún familiar, en leche o en suero. Está totalmente contraindicado frotar o cepillar el diente en cualquier momento ya que se perdería la posibilidad del reimplante.